SEIS MESES

Quiero compartir con vosotros mi experiencia en estos primeros 6 meses en el sector de la uniformidad, para mí, tan curioso como cambiante.


Desde siempre he pensado al hablar de uniformes que son o una imposición de la empresa o una norma establecida en la que por lo general, poco podemos hacer. Si bien es cierto que en otras ocasiones lo veo como una solución a la eterna pregunta: ¿Qué me pongo hoy? Pero… ¿y si pensáramos en hacer de los uniformes no solo una herramienta de trabajo sino también una tarjeta de visita? Y los llenamos de luz, de color, de vida. Esa es la sensación que tengo desde que trabajo en CAMELFORME, en especial con las prendas que distribuimos de la firma EGO chef.

Por un lado encuentro en Isacco la sobriedad y la elegancia con ciertos toques de color. Mientras que en el otro lado de la balanza, como ya he dicho, está Ego chef, con prendas más vistosas, juveniles, desenfadadas y por qué no decirlo, también atrevidas.
Para mí, es increíble cómo ha evolucionado el sector del uniforme, ya sabía de la cantidad de horas que los profesionales, ya sean médicos, sanitarios, peluqueros, estilistas o cocineros, pasan en sus respectivas ocupaciones. Imaginaba que algo de comodidad se buscaba en sus prendas y calzado pero ni de lejos podía imaginar la variedad y calidad de los tejidos. Hay prendas que son “autoventiladas”, retardantes, e incluso con botones anti-pánico… Si a los pies me refiero, encontramos: zuecos, zapatos, calzado tipo casual y todos con múltiples combinaciones: antiestáticas, con puntas reforzadas y materiales capaces de resistir no solo el uso diario de un sin fin de horas, sino también la caída de cuchillos, líquidos a altísimas temperaturas, etc. Y todos ellos con una estética cuidada.
Si la gran mayoría cree que los astronautas o los pilotos son los que más evolucionan sus trajes…., ríete de ellos, a los tejidos ya mencionados, hay que añadirles colores y estampados que aún si cabe, resultan cuanto menos llamativo y atrayentes; langostas, mascotas, calaveras…. imaginación al poder!

Nunca imaginé que profesionales de cara o no al público, se vistieran de esta guisa. Parece que lo que prima es ser llamativo y original, ir a la moda y destacar, aportando color y frescura a los uniformes. Eso es lo que actualmente vende, ayudado por la televisión, o por las redes sociales. Parafraseando el amplio refranero… “aunque la mona se vista de seda…” Eso sí, bien “mona” queda.

(José Ángel Callejas)

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